2 mayo, 2014

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A bordo de un Seat Cordoba WRC. Recordando año 2009,

Estas letras están escritas el día 9 de Julio de 2009, pero es una experiencia que me gusta compartir. Copio y pego tal y como lo conté en los foros por aquel entonces.

 

Adrenalina pura!

Esta es una experiencia, a título personal, que me gustaría tener aquí para poder compartir con todos vosotros.

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El equipo humano que hay detrás de cada carrera es incontestable e inmejorable

Fui invitado a unos test privados del equipo de rallyes MBoss (Marbán). El fin de los test era para poner a punto el Seat Cordoba WRC que en el último Rallye Shalymar volcó. Para esto contó con dos de sus mecánicos, Mika y David (ambos con pruebas del WRC a sus espaldas y grandísimas personas) y además contó con un ingeniero alemán del equipo oficial de Seat del mundial (de cuando corrían hace unos años). El ingeniero sólo vino para estos test y hoy estará de camino para Alemania.

Pues bien, llegamos allí y desde antes de que bajasen los coches de los camiones yo me puse a tirar fotos y así estuve hasta que los volvieron a guardar 7 horas después.
Teníamos cortados unos 2km de carretera y sólo rodarían dos coches para arriba y de nuevo para abajo sin parar. De vez en cuando había algún parón para regular amortiguadores y tal… o incluso para dar paso al poco tráfico que lleva esta carretera.
Después de tirar 300 fotos me dicen por la emisora que tengo que subir a la zona de asistencia. Al llegar arriba me está esperando Dani con el córdoba arrancado, me plantan un casco, me sientan en el bacquet, toco la bocina (ya que va en un botón a los pies del copiloto y toqué sin querer), me abrochan los puntos de los arneses, me conectan el interfono y Dani me pregunta si estoy preparado… a lo que yo le contesto que adelante.

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A pesar de ser un modelo desfasado del WRC, el Cordoba, es potencia en estado puro.


Salimos y es como si te envistiese otro coche por detrás. Notas como te pegas al asiento y empieza a meter hierros y más hierros. Y ves la curva cada vez más cerca y en el momento en que piensas que ya no hay manera de frenar el coche, baja dos hierros, frena fuerte y el coche se “para” en apenas 10 metros. En una “recta” en la que yo con mi coche no hubiese pasado de 60, pude ver en el display central que íbamos en 6ª a 150km/h… Parece imposible que alguien pueda leer notas a esa velocidad (chapó por los copis), el coche se va comiendo el tramo por momentos, cuando sales de una curva te estás metiendo de nuevo en otra, no hay tiempo para errores. Yo llevaba la mano colocada en la barra que cruza la puerta y una de las veces, tonto de mi, al pasar cerca de un guardarrail, lo vi tan cerca que como acto reflejo quité la mano… Llegamos al final y con un toque de freno de mano y pisando un poco la tierra el coche se da la vuelta y empezamos el tramo, pero esta vez al revés. Aquí en la primera curva que hicimos, tuvimos un pequeño susto, al tirar del freno de mano y tocar parte de tierra, las gomas se ensuciaron, entonces el coche de una manera muy brusca subviró, pero como el que juega al Gran Turismo, con una facilidad abrumadora, lo corrigió con un pequeño toque de freno de mano y otro de gas. Llegamos al final del todo y cuando me bajé tenía tal subidón de adrenalina que me fui corriendo a abrazar a Dani y darle las gracias.

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Dani Marban es, a mi parecer, uno de los pilotos más rápidos y regulares que conforman las listas de inscritos.

Es una experiencia que no creo que olvide nunca, pero como él mismo me ha dicho esta mañana: Seguramente se te olvide pronto y me pedirás dar otra vuelta para recordar! Jejeje

Cuando llegamos a la zona de asistencia, donde estaba el camión. Al bajarnos, un ingeniero se acercó y le preguntó a Dani por un golpe en el lateral; Dani me miró y me preguntó si yo me había dado cuenta, yo le dije que no veía más que carretera! jejeje
El caso es que habíamos afeitado un quitamiedos y al bajar del tramo más tarde, vi que era el quitamiedos en el que ¡yo había retirado la mano.

Pues bien, esta ha sido mi experiencia Racing, espero que os guste.

De todo esto me quedo con la rapidez y soltura que tenía para mover las manos… increible!

Gracias Dani por hacer realidad un sueño!

Jorge GAY – 9 de Julio de 2009